miércoles, 10 de diciembre de 2014

Un cabecero de forja blanca

Había visto hacía tiempo este tipo de cabeceros de forja. Los había en diferentes formas y colores y, cuando tuve que amueblar este dormitorio, tuve enseguida claro qué iba a poner.

De entre todos los que vi, me gustó éste especialmente. La única duda era cómo resolver el color de la pared para que el cabecero resaltara. 

Por fin decidí que la pintura sería metalizada en gris. Al ser el cabecero un tanto recargado, elegí las mesillas Hemnes de Ikea, de líneas rectas y muy ligeras.

Las lamparitas también son de Ikea.

Cabecero de forja blanca sobre pared gris metalizada
Para la cama, escogí un canapé a fin de ampliar la capacidad de almacenaje, pues el piso no tiene trastero, y este gran cajón va estupendamente para guardar ropa de otra temporada, edredones, mantas... etc.

Canapé, con gran capacidad de almacenaje
Elegí una colcha reversible en tonos grises y blancos que iba perfectamente con el cabecero y el color de la pared e hice 2 cojines a juego, también reversibles.

Dormitorio con cabecero de forja blanca
Dormitorio con cabecero de forja blanca y muebles blancos
Por último, el amueblamiento de la habitación se completó con una cómoda también Hemnes estrecha, de 50 cm de ancho, a juego con las mesillas.

Pintura metalizada

Este piso, que necesitaba una buena mano de pintura, tenía todas las paredes blancas y en principio había pensado mantenerlas del mismo color, pero después pensé que quedaría bien un mueble blanco en una pared del salón y, además, me antojé de un cabecero de forja blanca para el dormitorio. Después de darle algunas vueltas, me decidí por pintar esas 2 paredes en gris metalizado dejando blancas todas las demás.
Y éste es el resultado:

Pared pintada en gris metalizado
Yo quería la pared lisa, pero por el tipo de pintura, según le daba la luz, se notaban las pasadas en algunas zonas y el pintor me aconsejó pintarlo como a pinceladas para evitar ese problema y que se viera más el brillo metalizado.
Así quedó finalmente:

Muebles blancos sobre pared pintada en gris metalizado

¿Quieres ver cómo quedó el dormitorio completo? Puedes verlo aquí: Un cabecero de forja blanca

En el salón, dejamos la pared lisa ya que, al estar cubierta en la mayor parte por el mueble y darle la luz de forma diferente, no se notaban apenas las pasadas.

Mueble blanco sobre pared pintada en gris metalizado





Un murete para separar ambientes

Cuando estuvimos viendo este piso de segunda mano, antes de comprarlo, nos encantó su estilo moderno y original por lo que, al ponerlo a punto, decidimos mantenerlo.
Este murete solitario en el salón, servía como separación de ambientes entre la parte de salón-comedor y la cocina americana.

Murete en salón: separador de salón-comedor y cocina

Lejos de hacerlo pasar más desapercibido, había sido pintado en rojo, dándole una personalidad a la estancia que me enamoró a primera vista.

Murete en el salón para separar ambientes

En la puesta a punto mantuvimos el mismo color rojo sacando enchufes adicionales en la parte de arriba para colgar ahí la televisión...

Murete separador de ambientes
 
... y añadiendo algunos toques del mismo color en la decoración.

Murete separador de ambientes



miércoles, 30 de mayo de 2012

Disimular agujeros en paredes de colores

PROBLEMA: un apartamento pintado hace menos de un año y unos inquilinos desaprensivos que cambian el mueble del salón de lugar de una pared a otra sin tener ningún reparo en hacer todos los agujeros que necesitan para ello ya que vitrina, mueble-bar y baldas van atornillados a la pared. Todo el salón está pintado en amarillo. 
Cuando se van, decidimos recolocar los muebles para dejarlos como estaban al principio, ya que no nos gusta la nueva ubicación. ¿Y qué hacemos ahora con los agujeros?
La pintura que sobró la gastaron los desaprensivos en tapar los agujeros originales. El pintor se ofrece a pintar de nuevo esa pared completa, a lo que me niego rotundamente visto lo visto. Sólo faltaría pintar otra vez, dejarlo perfecto de nuevo y que los próximos inquilinos hagan la misma operación. 
Pero me gusta tener las cosas bien, tampoco quiero dejarlo como está. 
¿Cómo dejarlo lo mejor posible sin gastar nada?

SOLUCIÓN

1) Rellenar los agujeros con tacos blancos
2) Cubrir los tacos con Aquaplast 
3) Dejar secar...

¿Y ahora qué? ¿Cómo disimular los pegotes blancos sobre el amarillo? Entonces es cuando me acuerdo de la caja de madera donde guardo ceras y pinturas de cuando mis hijos eran pequeños. Junto todos los amarillos que encuentro y también los blancos. Seguimos...




4) Pintar el Aquaplast seco con la pintura o cera que más se parezca al color de la pared. Preferiblemente con cera, ya que tapa mejor, aunque depende de los colores que tengamos. 
5) Si queda claro, buscar un tono un poco más oscuro
6) Si queda oscuro, aclarar por encima con blanco

El resultado no es perfecto, claro que no queda como estaba antes de hacer los agujeros pero lo cierto es que se disimula bastante y queda mucho mejor que si no hubiera hecho nada. 
Es una chapuza barata que puede sacar de un apuro.


viernes, 11 de mayo de 2012

Un árbol sobre mi cama

Un detalle decorativo en el dormitorio: un árbol de vinilo crece desde el suelo y sale por detrás del cabecero.



Éste es marrón y está puesto sobre sobre gotelé. Pronto les dedicaré un post.



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jueves, 10 de mayo de 2012

Entradas gemelas

Hace pocos días, en el post "Renovar la entrada" mostré un recibidor con una composición gemela a ésta basada en la misma estantería EXPEDIT de IKEA lacada en blanco.
Como me gusta el conjunto, lo he repetido en este otro piso, cambiando los cajones y el espejo. Además, aquí el mueble llena el hueco perfectamente, ni que hubiera sido hecho a medida.




  • ESTANTERÍA: Modelo EXPEDIT de IKEA (19,95 €)
  • CESTOS: Modelo KNIPSA de IKEA (16,99 € cada uno)
  • ESPEJO: Modelo EKNE de IKEA (9,99 €)


No puedo decidirme entre las dos. El blanco del mueble me gusta tanto sobre la pared coral de la otra entrada como sobre el verde pistacho de ésta.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Frigorífico grande, ande o no ande

Cuando amueblé esta cocina americana, hace casi 20 años, opté por un frigorífico bajo encimera. Entonces pensé que, dado que se trata de un apartamento de 1 dormitorio, en el que no vivirían más de 1 ó 2 personas, este tamaño sería suficiente.
Sin embargo, este tipo de frigoríficos, tienen un congelador muy pequeño y poco potente. Con el tiempo la puertecilla que lo separa de la zona de frío se rompe o deja de ajustar bien. La consecuencia es que el congelador se va llenando de hielo y el espacio en el mismo, ya de por sí reducido, puede llegar a convertirse en inexistente.
Si no lo había cambiado antes es porque no encontraba una solución que me convenciera. Me empeñaba en encastrar el frigorífico nuevo en el frente de muebles y la única manera que veía era ubicarlo en el mismo hueco a la izquierda, pero eso suponía perder esa parte de la encimera, además de dejar la vitrocerámica muy encajonada entre el costado del frigorífico y el fregadero: demasiado incómodo para cocinar.
Sólo cuando dejé de empeñarme en encastrarlo y consideré la posibilidad de separarlo y y dejarlo solo, vi una posibilidad de mejorar el conjunto sin añadir inconvenientes.

ANTES
DESPUÉS

La encimera con pata que hasta ahora había servido como mesa no dejaba espacio suficiente para el paso y el nuevo electrodoméstico. Entre acortarla o sustituirla, opté por lo segundo. El mueble que había debajo de ella , con una puertecilla y cajones, se movió al hueco que dejó el viejo frigorífico. 
Lo malo fue que este mueble estaba pegado con cola a los azulejos veteados en gris clarito y, al quitarlo, arrancó algunos y se rompieron otros. 
Lo que en un momento fue un problema, pronto se convirtió en una mejora obligada ya que, al no encontrar en el mercado azulejos iguales, decidí pasar de poner algo parecido y forzar el contraste con un mosaico en variados tonos de grises. 
Puse un listón metalizado entre el azulejo antiguo y el mosaico y otro rematando la esquina y, para mi gusto, ha quedado muy bien, ya que le da un toque más actual al alicatado y al conjunto a la vez que marca la separación de la zona de comedor, en la que puse una mesa con tapa de cristal y 4 sillas nuevas.
Por último, para rematar la renovación, cambié la vieja y trillada encimera del frente por otra en amarillo, a juego con los tiradores de los muebles de cocina y con la pintura del salón en el que está integrada.

  • MESA y 4 SILLAS - Modelo LAVER de IKEA (69,00 € el conjunto)
 
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lunes, 7 de mayo de 2012

Renovar la entrada

Si la entrada nos da la primera impresión al llegar a un piso, es muy importante que ésta sea buena. Si el posible inquilino se encuentra a gusto y gratamente sorprendido nada más cruzar el umbral, irá sumando puntos que, más tarde, influirán en su decisión final. 
Aprovechando que ya hacía falta pintar, decidimos darle un nuevo toque, más simpático y moderno.  
Del azul al coral, del mimbre al lacado, del baúl de los juguetes de los niños a los prácticos cestos para guardar esas pequeñas cosas que a menudo no sabemos dónde ubicar.



ANTES
DESPUÉS

  • PINTURA - Al no ser esta entrada grande ni luminosa, optamos por el tono de color vivo sólo en esta pared, que es la que queda frente a la puerta de acceso, dejando las demás en blanco para no recargar.
  • ESPEJO - Modelo TRANBY de IKEA (24,99 €)
  • ESTANTERÍA - Modelo EXPEDIT de IKEA (19,95 €)
  • CESTOS - Modelo PJAS de IKEA (14,99 € cada uno)
  • FLORES - Son vinilos sobre gotelé. Pronto les dedicaré un post.
 
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martes, 1 de mayo de 2012

Un armario con espejo en la entrada

Esta entrada es grandecita en relación con el tamaño del apartamento, bastante pequeño. Al principio tenía puesto un taquillón y un cuadro en el lugar que ahora ocupa el armario. La misión del taquillón era sostener el teléfono y guardar algunas cosas, pocas y pequeñas, en los 2 cajoncitos y las 2 puertas que tenía. 
Unos años más tarde, cuando fue necesario buscar más espacio, decidí sustituir el mueble y el cuadro por un armario fijo desde el suelo hasta el techo.



Aproveché las paredes izquierda y trasera, que ya existían, y añadí la de la derecha, de Pladur.  La pintura y el rodapie hacen el resto, pareciendo que hubiera existido desde siempre.




El forrado interior en madera, baldas y barras hacen el resto, complementado con puertas de espejo, que hacen que la amplitud anterior permanezca visualmente. 




En este caso, sé que podría haber conseguido un conjunto más económico prescindiendo de la calidad del interior y de las puertas, pero pienso que hay cosas en que es mejor no escatimar, sobre todo en aquellas de larga duración. En ésas, al final, lo barato sale caro, mientras que la buena inversión nos durará y la disfrutaremos en buen estado durante muchos años, amortizándola con creces.



lunes, 30 de abril de 2012

Adiós, muebles viejos

Tras varios años ocupado, este piso estaba pidiendo a gritos una renovación. Aprovechando que el inquilino se va, decidimos hacerle el lavado de cara que tanta falta le hace.

Además de acuchillar y pintar, nos hemos deshecho de los muebles viejos, que ya han alcanzado el merecido estado de jubilación.

La cama de 1,20 se cambia por un somier de 1,35 permitiendo así que el apartamento pueda ser ocupado por una pareja, pues sólo tiene este dormitorio. La mesilla, con un pequeño cajón, se sustituye por otra más profunda y con 3 cajones, de mucha más capacidad.

También se renuevan colcha y cortinas, conservando tan sólo las lámparas.

ANTES
DESPUÉS

La habitación, estrecha y larga, deja amplio espacio a los pies de la cama, que había sido ocupado por un armario alto algo incómodo, de grandes y pesadas puertas y poco fondo. Lo sustituimos ahora por una coqueta de mayor fondo, que hace más cómodo y práctico el almacenaje a la vez que despeja la habitación. 


ANTES
DESPUÉS

¿Con cuál te quedas?



  • CORTINAS: Tela comprada y confeccionada
  • COLCHA: Modelo FABRINA beige de IKEA (9,99 €) 
  • MANTA: Modelo POLARVIDE blanca de IKEA (2,99 €)
  • MESILLA: Modelo ANEBODA de IKEA (49,99 €)
  • CÓMODA: Modelo ANEBODA de IKEA (45,00 €)